Patio 29, es 19, o 39?.
El 27 de abril de 1947, nuestro país, daba la bienvenida a una institución necesaria, el servicio medico legal, se encargaría de ese momento en delante de certificar, identificar y esclarecer, lesiones que pudiendo resultar con la muerte de un individuo, sean aclaradas y presentadas ante el tribunal correspondiente, como medio de prueba, respondiendo así, a las interrogantes que cada muerte presenta, desde la perspectiva, medico-legal y criminal. Entre otras identificación de osamentas, aclarar causa de muerte, circunstancias, hora, etc.
Pues bien, todo marcha bien hasta que algo sale mal, y es allí donde recién se comienza a descubrir errores muchas veces voluntarios y otros en razón de presiones y una deficitaria implementación tecnológica.
Todo lo anterior es valido, y hasta comprensible, pero hay responsabilidades superiores que por el bien de todos deben ser aclaradas a la brevedad…
Es peligroso pues siguiendo esa lógica, si el servicio medico legal, no identifica unas osamentas, el estado cualquiera de estos días no va a administrar el país, y las universidades no entregarían conocimientos competentes, así en bien del progreso, la paz social y el respeto a los ciudadanos, el día menos pensado, puede suceder cualquier cosa.
Es muy preocupante pues sin los entes garantes de nuestro país, son permeables a presiones partidistas, o a intereses particulares con fines meramente circunstanciales, nuestra sociedad esta condenada al descalabro y a la auto destrucción…
Ahora, cuando ya no existen presiones que desestabilicen nuestra extraña manera de vivir y dirigir la democracia, debería ser el momento en que de una buena vez, y por respeto a los que sufrieron directa e indirectamente, y de ambos bandos, el desgraciado paso de nuestro país por la vía socialista y las terribles consecuencias que eso significo, y que hasta ahora nos duelen, nos dividen, nos atormentan, cuando deberían aclararse los hechos que hasta hoy arrastramos y dictar sentencia y responsabilidades por un bien superior.
El patio 29 nos trae de nuevo al pasado, nos hace recordar que 33 años después y casi 15 años de gobiernos democráticos no ha existido una voluntad por parte del estado chileno por dar paz a los compatriotas que todavía hoy se duermen sin saber donde están su marido, su pololo, su abuelo, su hijo.
Sabemos que los políticos no tienen corazón, ni voluntad, ni sentimientos, tienen y bien desarrollados, una hambre de poder, tiene desarrollados un gran bolsillo donde echarse el dinero que todos generamos, tienen desarrollado una oratoria venenosa, autocomplaciente y falsa, solo les preocupan sus acciones, la evaluación popular, el bienestar de su familia y su clan de secuaces que les rodean…
El patio 29… una muestra mas de cómo se hacen las cosas en chile, una muestra más de la frialdad e inoperancia de nuestros dirigentes, una muestra más que nuestro país seguirá viviendo con el tormento 1973…
Finnes.